La parte más importante de la base es encontrar el color y la consistencia adecuados para tu piel. Las personas que tienen la piel grasa deben usar una base translúcida que no se corra mucho. Las de piel seca con una base sólida que hace que el rostro se vea más liso.
Maquillaje de los ojos:
La pre-base es la parte importante del proceso de aplicación. Preserva el color del maquillaje de los ojos y evita que el aceite destruya el efecto deseado. Aplica una cantidad lógica de delineador en la línea de agua inferior (la parte de tu ojo donde están tus lagrimales). Traza la línea del delineador por encima y por debajo de tus ojos. Dale forma a tus pestañas con un delineador negro. Aplica ligeramente una sombra para párpados de color neutro en la parte superior de tu párpado. Termina el look aplicando sombra para párpados desde el pliegue de tu ojo hasta tu ceja.
Maquillaje de los labios:
Delinea tus labios con un delineador para labios antes de aplicar el lápiz labial. Aplícalo en tu labio inferior y frota ambos labios para difuminarlo en el labio superior. Coloca un pañuelo de papel en tus labios para remover el exceso de color. Pinta con un pincel una capa de bálsamo para labios transparente para proteger el color durante toda la noche.
Mantener el maquillaje:
A lo largo del día, tu maquillaje puede correrse, convirtiendo una aplicación elegante en algo macabro. Evita la actividad física pesada y las altas temperaturas para no transpirar y hacer que se corra el maquillaje. Los grandes vientos también pueden ocasionar problemas. Tienes que luchar contra el impulso de frotarte y rascarte el rostro hasta que te acostumbres a la sensación de estar maquillada.
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