sábado, 23 de noviembre de 2013

♪♪♪(¯`'·.¸♫♦Las Arañas de Navidad♦♫¸.·'´¯)♪♪♪

♪♪♪(¯`'·.¸♫♦Las Arañas de Navidad♦♫¸.·'´¯)♪♪♪


Hace mucho tiempo, en un pueblo de Alemania allá en las montañas, todas los habitantes se encontraban preparando sus hogares para el 24 de Diciembre... y como era costumbre, todas las mujeres con escoba en mano limpiaban y limpiaban tratando de dejar su casa reluciente para el día de navidad.

En una de esas casas, vivía una familia de arañas, las cuales al ver que todos limpiaban corrieron esconderse instalado su nido en las vigas del comedor, para que no las fueran a encontrar. Viendo temerosa que las escoba se acercaba peligrosamente donde estaban sus pequeñas hijas, las llamo a todas y se las llevo un poco mas arriba, donde había un pequeño hueco entre ladrillos y que casi no era visible.

Allí estuvieron escondidas varios días, hasta que una noche vieron algo asombroso desde su escondite, observaron como la familia de la casa colocaba un gran árbol centelleantes de luces y lleno, desde la raíz a las puntas de toda clase de cosas brillantes y deliciosas, lleno de adornos de todos los colores. 

Las pequeñas arañas estaban muy impacientes y solo querían ir hacia el árbol, pero la mama araña no les dejó acercarse a él, hasta que en la casa solo se oyó el silencio. Después de que todos se fueron a dormir las arañitas se deslizaron por sus hilos y bajando hasta el árbol para ver qué era eso y para ver de cerca todas aquellas maravillas. 

Cuando llegaron las pequeñas arañas comenzaron a jugar, se pasearon arriba y abajo mirándolo todo, tocando los adornos con sus patas y dando tantas vueltas, pero al hacer esto llenaban el árbol de telaraña, al final, todo el árbol quedó envuelto en una gran masa de telarañas y había perdido todo su esplendor.

Justo aquella noche era la noche en que Santa Claus llegaba a las casas para dejar sus regalos y cuando llego, este comenzó a reír al ver como jugaban las arañas, se rió mucho viendo lo felices que eran... Pero, sabía que no las podía dejar hay, porque sus telarañas pondrían triste a la familia y sabía que los niños se pondrían tristes cuando vieran su árbol tan sucio y gris. 

Entonces les pregunto a las arañas, si en verdad querían quedarse ahí en el árbol para siempre, unas dijeron que si y otras decidieron volver a su nido, entonces Santa Claus sopló sobre el árbol y, las que quisieron quedarse, se convirtieron en bolitas doradas y sus hilos en bonitas y brillantes guirnaldas que colgaban de las ramas del árbol, haciendo que éste fuera aún más bonito.

Y esa es la razón por la que muchas personas ponen bolitas y guirnaldas doradas en los árboles de Navidad.

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